Tanto tiempo buscándote desesperadamente y ahora huyendo de ti.
Así pasa cuando uno se cree el mar, y un día la marea trae recuerdos, al otro los desaparece, y peor que eso, es temer seguir siempre, siempre, creyéndome mar.
La cuidad se vuelve a veces pequeña, y alguna otra se me vuelve familiar, reconozco esos paisajes, de edificios y puentes grises, siempre decorados con algo de azúcar, un tanto de melancolía, chorros de felicidad antes de ti reprimida y mucha esperanza en un futuro no planeado, pero si esperado, quizás, no por ti ni por mi, a veces pienso que lo aclamaron los dioses que se divierten con las piezas mas susceptibles de su ajedrez, que bonita historia se les ocurrio cariñito, lástima que sus entrañas no persiban las telarañas de los actores reales .
Camino contenta pero de repente pasa algo y mis pasos se desvían, se baja el telón, se recorren las gentes, esas, mis amigos, mi familia, mi cama, mi perro, mi orquídea, todo, todo,todo, todo rueda por escaleras distintas algunas cosas despegan y vuelan, otras se paran y caminan. No puedo ser falsa, no todo el tiempo, se que en ratos me encuentro y cuando me encuentro no estoy muy bien, pero, ¿que se puede hacer por unas manos rotas si no estudie medicina?.
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