jueves, 9 de abril de 2009

Hoy te siento un ente ajeno, intangible, onírico, sacrílego, intransigente, anormal.

Es que abusar del café no es bueno, mucho menos cuando decides que la noche suele ser tu mejor amiga, lo terrible, es que odio despertar tarde en las mañanas, desearía, por tanto, no tener que dormir, a menos claro, que sea por el pretexto de alguna buena compañía.

Retomando el tema, hoy te siento un mundo o dos de alejado, quisiera atravesar tus ojos con una bala y averiguar si eres real, pero luego eso es peligroso, en el juego podría perderte aún más de lo que hoy te tengo perdido. Dichoso el que crea sin haber visto, ¡ooh Dios!, ¡Mi querido dios!, ¡no soy dichosa esta noche bajo el influjo de la taza de café que cada mañana bendigo!. Yo necesito ver pruebas, tocarlas, dañarlas, quererlas de verdad, de verdad quererlas, para poder creerlas.

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